𝍄 ñitholn 02abr17 2:06h
Sal 20:6 Ahora sé que el Señor salvará a su ungido, que le responderá desde su santo cielo y con su poder le dará grandes victoria.
Desde que existen los ejércitos y las armas, las naciones han ostentado de su poder, pero ese poder no dura. A lo largo de la historia, los imperios y los reinos han alcanzado gran poder que después se les ha desvanecido en el polvo. Sin embargo, David sabía que el verdadero poder de su nación no estaba en su armamento sino en la adoración. No estaba en su capacidad de fuego, sino en el poder de Dios. Debido a que únicamente Dios puede preservar a una nación o a un individuo, asegúrese de que su confianza esté en Dios, quien da la victoria eterna. ¿En quién confía usted?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario